Hoy se hicieron presentes tus recuerdos,
se hicieron eco los buenos
y los tristes momentos compartidos.
Hoy mi piel sudaba distinto,
mi alma lloraba a gritos
y suplicó mi corazón
a los cielos una respuesta:
¿Qué tan culpable yo he sido?.
¡Qué maldito,
qué bendito es el destino!.
Te amo, ¿deliro?.
Reflejado en el porta retratos
de nuestra foto abrazados,
logro ver mi rostro,
percibo una sonrisa,
luego miro mis ojos
y veo que tienen lágrimas.
Se oye tu nombre a gritos,
es mi corazón o quizás mi alma.
Se sienten golpes,
es tu ausencia
y la soledad que me reclaman.
Saben que estás y yo siento frío,
no te logro ver y son mi martirio.
Te amo, ¿deliro?.