Quiero ser como el viento que juega en su cabello
y siempre la seduce de modo silencioso,
degustar el perfume bocado delicioso
que posa sugerente sobre un desnudo cuello.
Quiero ser la caricia que despierte su vello.
el cálido susurro de un beso cariñoso.
y buscar en sus labios, sin conceder reposo,
el néctar de su boca, su presente más bello.
Cargados de intenciones mis dedos se deslizan
quieren hallar la espalda de una sensual mujer
las sábanas se agitan los cuerpos sintonizan.
Más allá de sus ojos no hay nada más que ver,
prestos a las caricias la manos rivalizan,
y acabo siendo el viento que tanto ansiaba ser.