Con un llanto que me apena
va muriendo la tarde.
Se presenta una luz que arde;
es una luna muy llena.
Los pájaros en sus nidos
acurrucados bostezan,
mientras que los niños rezan
para quedarse dormidos.
La noche se despereza
con unos lentos reflejos.
Y estrenar quiere en espejos
su despertar de belleza.
Vistiendo galas se queda
entre brillos y destellos
para que los sueños bellos.
cubran las penas con seda