Poeta sin alma

Me quedo

Me quedo con las veces 
que hicimos el amor
las guardaré en mi piel 
muy junto al corazón
para cuando te vayas 
sin adiós, nada sienta de dolor
porque sé que jamás nadie 
en mí despertará tal pasión.

Me quedo con el sabor 
de tu lengua, de tu boca,
esa lengua que recorrió 
completito mi cuerpo
guardaré su sabor en mí, 
para no volverme loco
porque sé que jamás nadie 
calentará así mi lecho.

Me quedo con tus manos, 
con tus dedos,
que inundaron de caricias 
mi ser calenturiento
esas que jugaron 
y saborearon mis labios,
sé que jamás lo olvidaré 
estarán en mi pensamiento. 

Me quedo en fin, 
con tu imagen en mi mente
con tu sonrisa, tu mirada 
a través de los presentes,
esa sonrisa de bebé, 
de niña tierna y vacilante
que llenó de felicidad mi vida 
tan sólo por un instante.

Me quedo… sin ti, 
pero al mismo tiempo contigo
porque estás en mí, 
en mi cuerpo, en mi mente, 
en mis pensamientos, en mi sexo, 
en todo mi ser,
Te quedas en mí 
y aunque no lo digas yo en ti.