Te recuerdo como el día de ayer.
Tu chaleco blanco y tu cabellera roja,
larga cual cascada, suave y fresca como la brisa.
Tu cuerpo largo y ancho como un camino.
Esas manos cuidadosas y benevolentes.
Tu bello rostro florecido en pecas como rosas.
Te recuerdo como el día de ayer.
Tú forma de caminar, el giro de tu cuello al voltear.
Risas tímidas y expresiones distraídas,
como si estuvieras en la Luna,
caes como una estrella y
te clavas como una estaca en mi corazón.
Te recuerdo como el día de ayer.
Leyendo un libro en la sala por un recodo.
Lejos de todo y todos.
Trenzas tu cabello y acaricias las hojas,
frotas tus manos y cuelgas tu mechón en tu oreja.
Te recuerdo como el día de ayer.
Misteriosa, graciosa e inteligente.
Me miras, me saludas y me sonríes.
Y me haces feliz, me das todo y me alegras la vida.
Eres buena, eres especial,
eres perfecta así tal cual.
Te recuerdo como el día de ayer.
Como una obsesión, como un vicio.
Te espero muy atento,
¡Al verte me vuelve loco, amor mío!
Tú esencia, tú carisma y tú conocimiento.
Te recuerdo como el día de ayer.
Porque eres todo lo que quiero,
eres todo lo que pienso, ¡Vida mía!
Te recuerdo como siempre lo he hecho,
desde lejos, en silencio y perdido.