Ingratos pasaban
los días.
Tan solo para vivir
vivía.
Felices fueron
aquellos.
Que en medio de
su desapego.
Logré olvidarme
de ellos.
Ingrata es a veces
la vida por
costumbre.
O rutina que obliga.
Mas dichosos hoy
son los recuerdos.
Sobre las ruinas de
aquellos días.
Rafael Pablo