Así, como si no quisiera saber de vos,
desgrano mis tardes recortando el aire sepia;
dibujo islas entre los claros del bosque
y salpico de mar un pañuelo de sombras.
Así, como si fueras a volver,
oteo el horizonte: cada ave
me habla de vos en distintas lenguas
y cada flor me envía tus efluvios
Pero acaso estos vientos danzarines
en los pliegues de mi falda,
que bordan con arabescos
los prados sin primavera ni color de estas tierras,
no te griten mi nostalgia
ni te susurren mi nombre
Seguramente nadie te habló
de las esquirlas que zahieren el alma
ni es probable que conozcás
los sinsabores de la hiel y del dolor.