El pueblo iracundo clama anmistía
no quieren vivir ajenos al mundo
en una inacabable caristía
¿quél fué del petróleo tan fecundo?.
Un sueño tuvo Él libertador
la América unida por la que lucho,
hoy es un marisma dónde el negror
hace matarse cual gallo garrucho.
Por qué castigar a un pueblo armonioso
qué ha vivido en paz y libertad
siempre trabajador y muy juicioso
haciendo que nasca la enemistad.
Que más dá quién gobierne, el pueblo cuece
poder comer, trabajar...lo merece.
Un beso y una flor
Alfredo Daniel López.