Adonde se citan mis fantasmas?
en un café grisáceo
o en mis somníferos sin sol?
tan pálida se vuelve mi piel
cuando el sudor me desparrama
en los huracanes del tacto
que parecieran robarse el cielo
y encarcelar mis ojos
en rejas eternas de caos
mi traición fue fugarme en destiempo
obligando a asechar los matices
a luchar sobre un sueño
que es metáfora
y donde el sabor de las almohadas
son anfitrionas del infinito impostor
que resuelven condenarme a la miseria
de respirar entre las sábanas más fingidas.