Perdida en un momento
de tus recuerdos,
veo en tus ojos
lo injusto de la vida.
Ahora, en la oscuridad,
aún brillas en la inocencia,
pero el dolor ahoga tu alma.
Cómo quisiera salvarte
pero ni yo misma me encuentro;
tus lágrimas son cristales,
las mías, gotas de sangre.
Entre rosas ves el cielo
que está cada día más lejos,
todo por mi culpa,
es que tus ojos
se opacan en el tiempo.
¿Cómo puedo ser tan cruel?,
pero sin sufrir no se aprende
llora un poco más,
pronto serás un ángel.