La tristeza es un estado ciego...,
donde es nómada a pesar de ser sedentaria...,
sé está pensando en ello, sin quizás sentirlo,
y en otros días que olvidas el pasado...,
lo sientes con una explosión del recuerdo...,
sin pensar en ello, estando en otra dimensión,
cayendo en la distracción pusilánime...,
hasta perderte a ti mismo...,
no sabes por momentos quién eres...,
Y te haces la pregunta inconscientemente...,
-parecieras que estuvieras sólo-
y sin embargo hay muchos mirándote,
abrazándote, escuchándote (a pesar que tu piel es silencio)
y el tacto de los demás, para ti pareciera ser un corte
profundo en tu carne de cenizas y polvo
que se adentra en la solidez de permanecer en la ausencia...,
siendo piedra, roca, diamante...,
a pesar de que están todos ayudándote,
te vas en tu propia muerte,
te vas en tu propio limbo...,
te vas de tu propio destino,
huyes de tus problemas...,
huyes para no ser jamás ayudada...,
huyes Vida de la reflexión del mañana...,
huyes tomando el camino más fácil...,
de entre los senderos del paraíso en ruinas...,
una voz triste y amarga...,
recorre las entrañas...,
las emociones afloran flores torcidas y podridas...,
el secuestro de las emociones del universo...,
callan en la tierra dormida...,
viajando a través del silencio y la tristeza...,
con el dolor eterno entre los ojos de tu sangre...,
sus lágrimas bajo el luto de la noche...,
y en el caminar dormido taciturno
aquellos que te vieron crecer
y dormirte para siempre
en tu estar sin estar...,
en ésa muerte que llevas despertando...,
y que sellas en tu ataúd de carne...