A Nair Vega
El verano golpea las puertas de mi casa.
Cae un cuerpo helado por las orillas de mí.
Cae un labio helado.
La realeza ha llegado
del desnudo frío
del azul invierno.
Selva, la lluvia me inspira,
Santa Patrona del cantor,
oda señora, causa natal.
Estos cristales
desnudan un tiempo agreste
en que el fuego se anunció.
Beso tu piel, cálidos labios.
Miro la luna viajera
y la vida se me entrega.
Nunca más seas silente.
No rompas esta canción
que le da voz a tu estrofa.
En ella siempre estarás,
Arabia bailarina,
mujer de arena.
Mi reloj me da la hora.
Despierta la madrugada.