Voy a escribir
con la ortografía de tu nombre
un poema -Manifiesto-
y poder escapar
de la cárcel de tus recuerdos.
Huiré,
huiré lejos
y me adentraré en otros vientos
en noches de sol de amores
candentes de muchos besos.
Luego emprenderé la consigna
de vivir cuando haya muerto.
En un panteón olvidado
solo con mis pensamientos.