A. Martinez

Hoy eres mas.

Hoy eres más que un manojo de promesas
que mi mente imaginaba,
eres más que un gris puñado de esperanzas
dispersas y mal atrincheradas,
desdibujadas sobre un fondo negro
de noches y de escarcha.

Hoy sabes a zumo de naranja recién cortada,
a mangos frescos, a fresas a manzanas,
traes el olor de nuevos tiempos dibujados en la cara,
y tú sonrisa avecina aguaceros que vendrán
a refrescar la tarde, antes que el Sol desaparezca
allá, donde se funde el mar con los colores.

Hoy eres como el oxígeno que entra en mis pulmones,
para luego esparcido por mi sangre
inundar cada célula infinita con su vida,
eres azul de mar bajo mis pies de bronce,
como espiga de trigo esparcida y germinada
en todo el mundo, para que viaje por tu vida y te coseche.

Hoy eres luz que se avecina a deslumbrar
rincones olvidados de viejos salones,
donde no bailaba nadie sino espectros
rezagados y perdidos,
enfrascados en colonizar la noche,
y tú luz ha de quemarlos,
que se vuelvan a sus hoscas
latitudes de olvidos mediocres.

Tu amor vendrá definitivamente
para sanar mis noches.