Como un San Gabrïel
suntuoso de tristeza,
hoy me rebelo herido.
Desde mis amarantos de vileza
he llorado perdido;
de raicilla y corteza
debiéndome la hiel
de este San Gabrïel ¡ay! sin grandeza.
No vivo cuando vivo
no muero cuando muero.
Pero tengo Gehenas
quemando de dolor hasta el sendero
verdoso de mis venas
¿Dónde está el agorero?
del creador esquivo
pues no vivo ni muero, sólo espero.
Derechos reservados de autor
John Morales Arriola.