Heridos los dulces recuerdos
que duermen su melancolía
en la ribera del río,
entre campos de amapolas
y anacarados lirios...
la tarde se derrama silente
en lagos de tibio espino,
en las aristas del cielo
muere la tarde violenta
vencida en sus heridas,
entre arcos de tibio lino...
y labios entristecidos.
AUTOR: JOSÉ ANTONIO PANIAGUA MARTÍNEZ.