Te quiero así,
como nebulosa brillante en el firmamento,
destello armonioso de tu majestad
donde nace el canto
que irradia vida y felicidad.
Es tu personalidad
el cóncavo y convexo
de mi amor incondicional.
Cándida mujer
que destilas brillo y fulgor ,
caricia acomodada de mis noches,
sentimiento varado en mi corazón.
Brincas como niña juguetona en mi alma,
transformas mis sueños en verdad,
instantes fotográficos plasmados,
eternamente, con candor.
Sin cansancio me embebo
admirando ese instante con amor.
Noches van, noches vienen,
vuelan deseos en mi mente
y acaricio tu piel desnuda,
tu piel sabor a miel,
donde de frenesí me habitas
y en éxtasis cohabitas,
manantial de luna.