DON CAYETANO SOMBRA
(se murió en San Telmo)
La daga le entro de costado
como a Jesús
la lanza del romano.
Quedó tendido
de cabeza al norte
y comenzó a morirse
de perfil al pasado.
Con los brazos abiertos
está boca arriba
tirado en el piso
y con un ángel malevo
se va piantando al cielo.
Un zorzal amigo
le dedica su canTO
y hay una brisa de tango
en la patria del cuchillo
y del candombe
como un rezo laico
para el que está
sangrando en la calle.
Se oye en la noche
del entrevero
una viola mistonga
batiendo homenaje reo
al caído en Dorrego
donde cruza Defensa.
A la hora del lucero
Cayetano Sombra
se va entregando
y con la sangre abierta
sabe que para su muerte
las campanas están doblando.
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