Corre el agua en el rio
como estremecida de miedo,
haciendo de la vida un milagro,
que no es más que la vida misma,
sin vida solo queda un vacio,
que al fin y al cabo viene del agua la esencia
y la base natural de nuestro cuerpo.
Continúa su viaje entre piedras y rocas,
como filtros de ablandamiento,
cayendo y nunca subiendo
olvidando el camino recorrido,
y no recordando jamás
sus mismos intentos,
Al final del camino en el rio,
llora y suspira
Bañando de lágrimas
La inmensidad del mar.