TU CALESITA (de mi libro “Poesía Extraordinaria”)
Hoy estás en el suelo. Te creíste mariposa
porque eras hermosa, pero te atrajo la luz
y tus alas quemó el fuego... y cesó tu vuelo.
Bella durmiente eres, pues sueñas consciente
fantasías que crees en verdad,
y estás ausente, en tu irrealidad...
Quedaste para siempre presa en un cuento...
o en una novela, ¡ésa, que en tu mente
fijó tu abuela hace mucho tiempo!
No maduraste y te estancaste
en tu quimera.
Y ahora, en la vuelta de tu carrera
de calesita con musiquita
en la que alienas tu mente estanca,
crees que avanzas, ¡pero te quedas!
Pobre muchacha, antes libélula,
que ahora, sin alas, tu cuerpo quemas;
sólo te queda quemar tu alma,
a la que acercas al fuego, ¡guarda!,
mejor te apartas... mejor no juegas...
¡mejor despierta!
Te creíste fuerte por tu dureza,
(tal vez de acero), y al ver que a otros
en ti quemabas, te imaginaste llamas.
También el hielo es duro y quema,
y el simple sol de una mañana
derritió tu vanidad y te volviste agua.
Ya no eres una quinceañera...
estás cerca de los treinta...
y los más jóvenes pasan de largo
al adivinar tus arrugas encubiertas...
(las largas noches en moteles,
a tu piel hicieron estragos...)
Mejor despierta, busca un trabajo honrado,
¡deja de jugar a cenicienta!
(porque no es bueno), o por lo menos:
¡Apártate de mí...
y vete a jugar a otro lado!