Dulce Esperanza

PARA NUNCA REGRESAR

Me arrancaron mis sueños

Con una garra mordaz

Y me dejaron en silencio

Por siempre jamás

Aún siento las campanas

Que resuenan sin cesar

Me traen el recuerdo

De lo que ya nunca será

 

Está muerto el destino

Bajo la tierra yacerá

Cubierto de las espigas

Que a lo lejos tú verás

Serán diáfanas bailarinas

Que bajo el viento danzarán

Como rindiendo un homenaje

A lo que ya no existirá

 

Y en la noche que se acerca

Y en el día que se va

Se escucha a lo lejos

el murmullo tenaz

De las horas que se han ido

Del tiempo que ya no está

De todo lo perdido

Y que ya no volverá

 

Y son tantos los entierros

Y tantos los muertos a enterrar

Que ya sólo quedan lágrimas

Y una triste soledad

Esa que no espera nada

Pues se ha cansado de esperar

Se ha sentado en la ventana

Con sus manos de bondad

Extendidas hacia el cielo

Como queriendo tocar

Esa estrella que se pierde

Para nunca regresar

 

Y la agonía se hace lenta

En la noche del final

Cuando el vacío se haga inmenso

Inmenso como el mar

Y el cielo abrirá sus alas

Esperándote llegar

Y entonces, sólo entonces

Ya no importará

Todo lo que se ha ido

Y jamás retornará