Quiero saber, amigo, si así puedo llamarte,
si puedo tutearte pues que aún no te conozco,
sólo sé de tus versos donde admiro tu arte
y que disfruto contigo, aquí lo reconozco.
Han pasado unos días y parecen mil años
desde que por fortuna subí hasta tus altares
y me quede abducido dentro de tus rebaños
y hoy ya sé que hay tormenta y está lloviendo a mares.
No me pongas excusas, no digas que el adviento
ha jugado sus tretas y ha llamado a tu puerta,
no he de creer a nadie, no he de creer, lo siento.
Y aun si logras huir yo seguiré buscándote
yendo de casa en casa y hasta en la sombra incierta
para hacerte saber que yo aún sigo admirándote.
©donaciano bueno