joanmoypra

¡En un lugar había!

¡EN UN LUGAR HABÍA!

Había en un lugar un monasterio
donde frailes cartujos convivían,
ejerciendo su sagrado magisterio
que era lo más sagrado que tenían.

Cierto día ante al Abad se presentó
un mozalbete para ingresar si él podía,
a lo que el buen abad le contestó
sobre las normas que allí había:

- El silencio, es la regla principal 
y solo cada diez años se permite,
decir dos palabras nada más
y volver a meditar sin estar triste.


El mozalbete acepta ilusionado
las normas que este abad impone,
mira la libertad que ha dejado
y sin dudar un hábito se pone.


Pasan diez años y el abad le cita; 
- Tienes derecho a decir tus dos palabras
al fraile invita: 

- ¡Poca Comida!,
- el novicio explica


Otros diez años pasaron, 
más cumplidos ya los veinte
del Abad que dirige el ente,
estas palabras de nuevo sonaron:

- Hoy se cumplen tus veinte años de fraile,
y tienes derecho,
a decir tus dos palabras de provecho:


- ¡Cama Dura!,
- explica el fraile, y es un hecho.


Diez años más han transcurridos
y el Abad solicita las palabras de rigor,
por el decenio que ha servido: 

- ¡Me voy¡ 
- le dice aquel hombre para nada compungido.


A lo que responde el Abad muy sorprendido:

- Ah! pillín, esto ya lo veía yo venir,
¡¡desde que llegaste por aquí,
no has hecho más que protestar,
hasta conseguir al fin salir!!

Para esta situación, fácil son las moralejas: 
“comprometerse sin meditar,
es igual que protestar
estando detrás de unas rejas”


Joanmoypra