A aquellos que la enfermedad acaba,
si son víctimas de la depresión,
si se les entristece el corazón,
se les llena de niebla su bella alma
y hay ansiedad y angustia entre su cama
beban ese néctar de la oración,
superen con su fe y resignación
sus conflictos y sus desesperanzas;
la presencia divina del Señor,
el amor que siempre nos ha otorgado,
la limpieza de su enorme fervor
el sentirlo muy cerca y a su lado
los dejará continuar su labor
y encontrar ese reposo anhelado...