Se adivina la luz más allá de la noche
donde descansa la pena
quedando enhiesto y vivo el recuerdo
de presencias doblegadas por ausencias,
dejando al aire el aroma de las caricias
y los silencios de las despedidas.
Se adivina la luz en las sombras
de los paseos cogidos de la mano
en el mañana que canta a la esperanza,
en este presente que mata la certeza
de todo cuanto ha de llegar,
se adivina el canto libre que escapa a la emoción
y la mística de la palabra te quiero;
se adivina la pureza del sentimiento
que vive preso en este azul impuesto.
Que vivo pegado a la luz que no llega
soñando despierto el mañana que espero,
que vuelo sin alas, sin rumbo ni tiempo
creyendo llegar sin haber podido ser,
que vivo pegado a la luz
que va dejando la sombra de tu figura
…que ya no está.
©Jpellicer