Ciertas partes del silencio, me gustan Porque sin pretenderlo Lo que más hiela en mis avernos, Es callado, un reflejo de tus ojos Un dulce latir de beso tímido Ciertas partes de tu boca Me saben a caliente colmena A panal, de mi paladar herido Y en esa duda, de si el sabor de tus labios Me da o quita la sed y el hambre Perduro el instante Convirtiéndolo en edades y poemas Ciertas partes de tu piel desconozco Aún a pesar de haberla navegado Con la chalupa de mis caricias infantes Será que mis dedos mudan La piel que te toca Será que así como el río No guardas memoria De sus destellos de cielo Ni de cuencas, ni de pueblos ni de mares De mis besos más profundos