No te hieras las entrañas.
No te deshagas en manantiales putrefactos
De dolor.
Esparce las semillas
De tu risa en abanico:
Algunas caerán en tierra fértil.
Los labios negarán a Judas
Mientras la redención baja de la cruz.
Zanjarás las deudas
Y amarás con alas nuevas.