\"HERIDOS LOS LABIOS...\"
Heridos los labios huidos
de entristecida rosa...
de risas...
heridas en sus heridas
de compungidos llantos,
en las atalayas del alma...
mueren los lirios abandonados,
en campos de entristecida caña
y atribulado nardo anacarado.
\"EN LOS LAGOS HERIDOS...\"
En los lagos heridos
de mi alma...
la tarde muere violenta
melancólicamente
abandonada,
mecida en sus heridas huida
y tiernamente acompasada,
de entristecidos campos
de lirios heridos
en sus heridas...
y melancólicos lagos
dulcemente abandonados...
en anacaradas atalayas
de siléncios azules...
y nardos enamorados.
\"EN LAGOS ENTRISTECIDOS...\"
En los lagos entristecidos
de mi alma...
la tarde muere silente
en campos de lirio blanco
y tibio jazmín abandonado,
mecida muy tenuemente
y acariciada en sus retamas,
la tarde muere muy despacio
y en sus siléncios...
en campos de lirio blanco,
y nardo desconsolado.
\"CAMPOS DE LIRIO...\"
Heridas...
las heridas huidas
y en sus tristezas
acompañadas,
la tarde muere silente
en campos entristecidos
de abandonada rama,
arrullada por el viento
y en su melancolía acariciada,
la tarde muere en su silencio
dulcemente abandonada,
en campos enternecidos
de entristecidos lirios...
y reverdecidas cañas.
\"ANACARADO LABIO...\"
En los acantilados heridos
de mi alma enamorada
mueren los lirios heridos
en campos de nardo y caña,
y vienen a licuarse
muy despacio...
en bosques entristecidos
de anacarado labio,
y reverdecida rama,
\"ALMA ENAMORADA...\"
Melancólicas heridas
en el lago abandonado
de mi alma atribulada,
en el bosque enajenado
de mi alma enamorada...
la tarde muere silente,
en campos de lirio blanco
y dulce agua enclaustrada.
\"EN LOS ACORDES DEL VIENTO...\"
En los acordes del viento
de mi alma apasionada,
yace la tarde silente
en los acantilados azules
de mi alma enamorada,
en los azules del cielo
la tarde yace dormida
en la mar de tu mirada.
\"QUEBRADOS ACORDES...\"
Quebrados acordes
en los lagos heridos
de mi alma enamorada,
en las aristas del tiempo
siléncios entristecidos,
melancólicamente zaheridos
y en sus labios abatidos...
de fría espada enclaustrada.
.
AUTOR: JOSÉ ANTONIO PANIAGUA MARTÍNEZ.