GRACIAS
Si estás por mí, gracias,
que yo renaceré por ti.
Tu presencia
es la mía: Son dos espacios
que hacen un único y gran deseo,
lo demás no existe.
Toda tu naturaleza me evoca.
Si los animales se te acercan
y la tierra envuelta
es como si quisieran comerte.
¿No sientes mis palabras
que se transforman en metáforas?
Si estamos aquí
es porque tú me deseas
en la exquisita inmensidad
de mi corazón.
Busca con sabiduría mis verbos
acompañados de vivencia divina.
Mi ser te acompañará siempre,
mi alma conquista día a día
cada hálito de tu perfil.
12 de agosto de 2014
Rafael Molero Cruz