Grita con su dedos el poeta,
no esconde lo que dicta su alma,
la euforia del mas sencillo beso,
ni la tristeza mas profunda de una lagrima,
esa es la voz del poeta,
la letra que se hace imagen,
verso que se torna en plegaria,
y quien en la vida no ha llorado,
y quien en la vida no ha sonreído,
y quien en la vida no ha sido,
un poema escrito,
sencillamente ha mentido.