Al hablarte… no es mi voz
es la escucha de tu piel,
es el temblor de tu verso
que se va engendrando.
Al hablarme… no es tu voz
es que le cedo el paso a tu respiración
y se vuelve mi espacio
henchido de tu presencia.
Porque al recitarme tus poemas
ya no se quejan del silencio de las estrellas
o de la tristeza del viento,
son un oleaje que ríe
con el fresco aliento del verso.
Al hablarnos...no son nuestras voces
son instantes de luces
que mojan nuestras horas
y el vacío se marcha
porque tú y yo sabemos volar