Hoy no existe comprensión
Ni una mano que se extienda
Ante la querida ofrenda
Que puse en tu corredor,
La rechazaste orgullosa;
Sin motivo ni razón.
Con cruel sinrazón actuaste,
Dañando mis sentimientos
Un arranque de momento
Te hizo olvidar mis caricias
Fuiste mala y egoísta
Y al desamor me enviaste.
Quise postrarme a tus pies
A pesar de la distancia,
Diariamente te busqué
Dando calor a tu nido,
Me diste en pago el olvido:
Cosa que no imaginé.
Muy oronda la puerta abriste
Para que yo me marchara,
Nunca creo me comprendiste,
O quizás me equivoqué
Cuando un día valoré
Tu mente, viendo tu cara.
Pero el tiempo: ¡sabio juez!
Te hará entender la razón
Que motivó mis palabras,
La vida será el sendero
Que te enseñará tal vez,
A éste gentil caballero.