¡Oh, esos imberbes voceros
que fueron contrapoder,
ahora que tocan poder,
esos mismos, los tuiteros,
de su soflamas fuyeron
y se olvidan del ayer!
Ese ayer que les persigue
y al que algunos ya olvidaron,
del que raudos se excusaron
está ahí. Y sigue y les sigue
y en la memoria pervive
aunque borrarlo intentaron.
Niños con zapatos nuevos
faltos de alguna experiencia
su gran arma, la ocurrencia,
será pasto de sus cebos,
ciudadanos, los recebos,
a dios le piden clemencia.
¡Ojo! que vienen los buenos,
santos y predicadores
que van repartendo amores
pero dinero algo menos!
¿donde habrá tantos terrenos
para abonar tantas flores?
Porque lo que es producir
nunca produjeron nada
pues gastaron la jornada
en aprender a vivir
del erario. Y resistir
al que entonces les mandaba.
Ahora que ya son la casta
que tienen que gobernar
discuten como mandar
y al que opine a decir basta.
Pasan que ésta sea nefasta
pues lo suyo es predicar.
©donaciano bueno