La aurora detecta el momento
de la huella húmeda de una lágrima
antes de secarse,
del dolor de la crueldad
de los labios temblorosos
antes que una sonrisa fingida
se apodere de su aspecto
Su mirada es testigo
al irse ella en silencio
dejando detrás de la puerta
el aire vacilante
impregnado con su perfume
Una decepción de la noche
o más bien una decepción de si mismo
La foto por cortesía de Jérome Coppo
www.fotocoppo.nl