Me crees un lobo
con piel de cordero
y yo tembloroso,
con gusto, lo niego.
Te miro despacio,
calibro a la moza,
sólo soy becario
pero no se nota.
Me asustan tus ojos
y pierdo el sentido,
como el humo floto
estando perdido.
De risa me parto
y lo haces conmigo,
ni loco me aparto.
Huyes y te sigo,
me pone tu morbo,
siempre te lo digo.
Tu piel sabe a fresa,
tus besos a nata,
el aliento a menta,
tu néctar me mata.
Me salen colmillos,
el morro se alarga,
los ojos muy bizcos,
aullando a tus nalgas.
De risa me parto
y lo haces conmigo,
ni loco me aparto.
Huyes y te sigo,
me pone tu morbo,
siempre te lo digo.