He tejido mil suspiros
y los columpié en mi pecho,
he dibujado tu voz
y a la lluvia
le he puesto tu nombre.
De tu dulzura,
hice vertientes de agua.
De tu esperanza,
mis fuerzas.
De tu boca,
mi alimento.
De tu corazón,
mi casa.
Y mi sendero de tus palabras.
Y es que,
contigo soy uno, contigo soy todo.