En el vaivén del remanso
Me mezo en la sepultura,
Negro el color de los pasos
La muerte y la noche oscura.
Vengo en el bongo del viento
Soltando las ataduras,
De la vanidad del cuerpo
Me deshago con las brumas.
¡Ah, cuanta veces las almas!
Queriendo hacer levaduras,
Prisioneros de pensamientos
Las ganas de hablar locuras;
De prestados intelecto
Las reuniones nocturna,
En la copa esta la cidra
Al licor que inoportuna.