¿Quien dice que no se amar?,
por supuesto que se amar,
desde el día en que he nacido,
me parieron padres amantes,
de su amor estoy convencido,
y tengo más de un testigo,
que cortaron el ombligo
y no lloré.
Me besaron con ternura,
desde que fui una criatura,
me criaron con todo empeño,
con bondad y sencillez,
ellos nunca se hicieron dueños
de mi ser, menos de mi alma,
actuaron con mucha calma,
y sin apuro.
Me dieron leche con dulzura,
de madre, no de envoltura,
su amor me convirtió en poeta,
¿cómo me podría olvidar?
Bien, la receta es concreta,
nadie, jamás, puede dar,
del amor que no le dieron.