Esperarè esa labor peregrina,
que delicadamente formen tus manos,
la pausa deliberada de tus dedos,
al dibujar nuevos parajes de mil sueños.
El recorrido angelical de una caricia...
la escala deliberada en las montañas,
y mientras tus labios me cautivan en un beso,
solo se asomaran las gaviotas en su vuelo,
Cuando emigren a otro cielo mis sentimientos.
Pienso en esa historia que custodias dulcemente,
sin temor al sepulcro del silencio.
al descender desde la cima a mis anhelos,
descubro contigo nuevas caminos
Inexplorados de los sentidos.
Descripciones inèditas que guardo dentro.
Complicidades compartidas...
Que ven tus ojos... y una canción
se hace tu voz cuando me llamas.
¡La poesìa tiene vida!
Es un himno al sentimiento inenarrable,
una puesta de sol... el mar...la arena,
el mismo cielo tiene el nítido colorido del amor.
Primero fue la pregunta sin motivo…
el nacimiento de la palabra suelta como el eco,
la tristeza por el mal sembrado,
por esa ambición de unas manos impacientes,
junto a la espera del árbol florecido...
Y después, súbitamente, llega la certeza,
la evidencia de un grito en plena tarde,
esa verdad de un mar irremplazable,
Vencido y triunfador en plena aurora…
Atalayax.