Yo
apenas dos letras, dos espacios
sólo dos, nada más,
que cuales dos gotas en el mar reacio
resulta superfluo su estar...
Yo
apenas dos letras, dos espacios
sólo dos, nada más,
que cuales dos arenas del desierto
ni pena da el pisar...
Yo
apenas dos letras, dos espacios
sólo dos, nada más
cuales dos estrellas en la mañana
poco importa si brillan,
poco importa si marchitan.
Yo:
ínfimo lugar para un enigma
que se acrecienta en mi desconcierto
¿quién soy? pregunta mi muerta estima
¡Nada! responde el mundo en lo cierto
a quien no le importa si vivo,
a quien no le importa si muero.
Pensar que sin mí
todo igual sería;
pensar que nada
mi existencia cambia...
Pensar que alguna vez
ser algo quería...
O escrito estaba -ser algo-,
y yo lograrlo no pude.
O en blanco estaba
y yo jamás lo supe.