una caída tras otra
una experiencia añadida
una idea fija perdida
creo saberlo bien todo
de que color es el mar
y que sabor tiene el lodo
una y mil veces se topa mi frente
con la injusticia con la malicia
con ese amor que se desperdicia
supongo que tengo toda la razón
entiendo perfecto los males de amor
y no se nada, nada
dilema de los cuarentas
cuando una sarta de desilusiones
se convierten en una tormenta
seguir confiando en la gente
abrir prontito el corazón
mostrar lo que uno es de frente
o vivir en la desconfianza
ofrecer a la gente el recelo
miedo a creer y te partan el alma
no quiero aprender a cerrarme
no quiero saber esconderme
no quiero hacerme cobarde
perdí la cuenta de las caídas
no se ni donde están la heridas
pero sigo siendo yo
sigo estando aquí
mi lucha la he ganado
el mundo no me ha cambiado
pretendo llegar al final
con el alma cansada de tanto amar.