Ya es hora de lanzar
las piedras contra los vitrales
quitarles a las palabras
ese hálito sacrosanto y la niebla
que disparen los pájaros
que crezcan los enanos
ya es hora de pintar de rojo
el cielo azul de los ángeles imaginados
de garabatear las paredes
con frases depredadoras
con adjetivos reveladores
es hora de desnudarnos
mostrar las supuestas vergüenzas
y las desvergüenzas reales
es hora de señalar con el dedo
de oprimir la llaga
para que salte el pus
hacia la paz de las flores
que el Mediterráneo regurgite
los migrantes ahogados
y a cambio de eso
atrape a los colonialistas ingleses
o franceses, o de cualquier nacionalidad
que las mañanas sean claras
que la luz sea pura
que el rocío nos ame y nos transfigure
ya no hay tiempo para mutismos
que los eufemismos se esfumen
que la muerte nos abrace con alegría
sabiendo que algo valió la pena
que los dioses sean descubiertos
que los misterios se vistan de certezas
que el amor, por fin,nos contamine la carne.