monique ele

La obviedad

Me disgusta la obviedad.

Es como la dictadura 

de la forma. 

Como el voto cantado

de una elección arreglada.

Si sigo hablando de la obviedad

corro el riesgo de ponerme obvia

y de ser obvia.

Es obvio.

Obviamente...

En una sola dimensión

me seguiría repitiendo.

Repitiendo.

Repitiendo.

Como si ya no cansara

ser de cada día

de nuevo-nueva.

Y, sin embargo,

lo mismo.

¿Obvio?

Así que voy a callar la obviedad,

para apostar a su misterio.

Voy a gritarla fuerte,

en mis adentros.

Voy a obviar estas letras

y su mensaje cansino.

Cansino.

Cansino.