Aún quema en mi piel el verano de tus caricias y besos,
cuando confieso que sigues siendo tú el dueño de mis vuelos
y otra vez me sueño, luna y poesía en la noche de tus fiebres,
provocando tus ansias en un baile cuando rozó tus muslos,
ignorando la compostura al vaivén de tus crecientes deseos,
gritando de placer al sentirte revolucionario en mi cuerpo
gozando la lujuria de piel a piel al fundirnos de amores,
y confieso que sigo temblando de pasión y sobresaltos,
cuando circulas tu lengua en mis senos y me vuelves loca,
al tiempo que sujetas mis caderas y besas mi cuello
y se agitan en un santiamén los céfiros de mi resuello,
cuando impúdica palpo tu tensión en elevaciones de bravura,
y te entregas, hombre amado, al filo del ansiado arrebato
tan erguido con tus rondas de macho hasta que me vences
y no puedo aguantar más el apremio y ante ti me rindo,
mojada al cuadrado y con mil deseos de amarte con locura,
entonces al corazón del viento le confieso que sigo amándote,
mientras vuelvo a soñar con la quinta esencia de tu albura,
cuando en la espesura de mis lagos me cabalgas sin parar
y en los gemidos una y mil mariposas se mueren por volar…
Luna y Poesía
20.06.2015