Domingo, 21 de Junio del 2015 a las 12:15 AM.
En el caminar de la vida
aprendí a quererte,
a amarte, a venerarte,
pero duele tu temprana partida.
En el caminar de la inocencia,
Padre amado, me adoraste,
y reverencio tu amor, en tu ausencia.
Siento carencia de besos que colmaste
sin contraste en el alma mía.
Añoro tus abrazos fuertes
y el calor de tu corazón en sinfonía.
Extraño tu alquimia sin cortes.
Padre, recuerdo la llamarada de tus ojos
con amor infinito, para todos tus hijos.
Y te recuerdo inmerso en las tareas de la casa
al llegar del trabajo, y nos llenabas con tu amor y brasa.
Padre, ¿Por qué te fuiste tan temprano?
Podríamos ser felices, tener tu amor,
tus caricias, tus consejos de noble humano,
tus sonrisas y ojos de miel con primor.
Aún recuerdo tu piadoso compasivo ser.
Tu maestría para resolver los problemas
sin usar la violencia en casa y en el trabajo ver.
El resplandecer de tu vida vive en mis emblemas.
Distinguido en todas las ciudades fuiste
por tu ilustre labor como policía y benevolencia.
Ayudaste al necesitado con tu alpiste,
dejando de comer para dar beneficencia.
Padre, ya no lloro tu ausencia
sigo tus pasos con buena decencia.
Tu esencia es símbolo de admiración,
paciencia, importancia, eminencia y devoción.
Padre, gracias por dejar tu huella impregnada
en mi alma y en el alma de mis hermanos
y hermanas. La providencia nos tiene en tus manos
y no nos deja descarriar porque tenemos tu mirada.
Gracias por tu corto amor, tus besos, tus enseñanzas,
tus abrazos, virtudes y caricias que en lontananza versas
nuestras vidas como un rayito de sol que brilla
con amor en nuestros corazones, como fuego de arcilla.
PADRE MÍO
Autora: Rosa Elizabeth Chacón León/Stevens
Derechos del Autor Reservados.
* Contumazá, Perú.
* Miami, \"Tierra Primaveral.\"