TENGO SED DE TU BOCA
Tengo sed de tu boca
y del cráter de senos,
de tu luz angélical,
cual lámpara de mis anhelos;
resplandor de mis hechizos
del perceptible amor más bello.
Y en los poros de mi piel
te palpito y te presiento,
te respiro en mi quebranto
y te bebo en mis alientos,
con afán, pasión tan dulce
para morir en tu pecho,
y lloro encadenado
donde se burla el silencio.
Y te llamo vida mía
en los preludios del viento,
para devorar tus labios
y poder hundirte a besos,
y ser blanda mariposa
de mis delicados dedos
mimado tu dulce pubis,
y el vértice de los deseos
y ponerte loca, loca,
y luego encender tus fuegos.
Y tendida en blancas sedas
y encórvarte en mi lecho
y deslizando mi boca,
por el musgo de tu cuello.
Llegaría palmo a palmo
despacito al varadero,
para enclavarte mi palo
en la quilla de tu cuerpo,
baldeando tu hermosura
y sentir llover por dentro.
Las aguas del manantial
que surgen del dulce almendro
y tú en suspiros locos,
jadeantes en tus ecos.
Pidiéndome que mi palo...,
se introduzca más adentro
para engendrar una rosa,
la más divina y hermosa
de nuestro departamento.