las súplicas del laico quedaron sofocadas por las risas del infierno
y la esperanza de la primavera sepultada en los hielos del invierno,
el torrencial de lágrimas y sangre inunda los océanos olvidados;
pero los hermanos y las hermanas contemplan la lucha desde la orilla
y mientras las olas ahogan al lego, ellos se resguardan en la capilla
a lo lejos se oyen las sabias palabras tergiversadas por el cretino
el hipócrita quien desde su alto púlpito de oro se embriaga con el vino,
su congregación admira en estupor el sermón y aplaude cada mentira;
luego juntan las manos al rezar, las mismas que no extienden para ayudar
sus miradas clavadas en la cruz; y de espaldas a los que fingen salvar
con sus frías melodías atormentan mi espíritu: \"¡arrepiéntete o muere!\"
cantan y bailan en su juego... y yo ya incinerado sigo ardiendo en el fuego
y desde el cielo... los ojos de ángeles ven, pero ni siquiera pestañean
mientras algunas almas ascienden; mas muchas más - entre cenizas se quedan
Marco \'15