Fuiste protector en mis años de inocencia
y ayudaste a encender en, mis entrañas,
la luz que iluminara mi conciencia
Me enseñaste una feliz idea de ver:
el relámpago en la noche, el arco iris tras la lluvia,
la luna llena saliendo y un bello amanecer
Fuiste el guía que marcara mi sendero
y, para que nunca me desviara del camino,
me exigiste ser honesto por entero
Con tus brazos de humilde labrador
levantaste un gran ejemplo de decencia
que hoy recuerdo con orgullo y emoción
De tus manos brotaron espigas de trigo
que, doradas, llenaron graneros del alma
al ver en la mesa el pan de tus hijos
Una noche silenciosa, oscura y fría,
resbalaste por el surco del destino
y te fuiste a sembrar en otra vida
Me dejaste tu buen nombre como herencia
y la palabra con valor de documento;
dos tesoros que mantienen tu presencia
Si en otra vida nos encontráramos un día
ahí verás que de tu palo soy astilla
y yo a vos ¡mi viejo! ...que fuerte abrazo te daría!!!