Era un cobarde que la maltrataba
a aquella mujer por la que suspiraba
no había día que no la atorméntara
con sus celos terribles a ella dañaba
Yo la quise desde que muy niña era
más sus padres a otro la entregaban
cada noche hablando con las estrellas
por ella preguntaba y no me contestaban
Una mañana recibí la terrible noticia
estaba en el hospital por una paliza dada
me llené de valor me revestí de audacia
me acerqué al hospital a ver como ella estaba
La ví tendida en la cama la cara amoratada
me dijo el doctor que aquella vez se salvaba
hablé con ella y le dije que lo abandonara
que estando yo a su lado ya nadie la tocaba
Llorando emocionada se abrazó a mi temblando
cuando vió que por la puerta el bestia entraba
vi su cara aterrorizada sentí como estaba temblando
y sin mediar palabra al otro le dí una bofetada
Quiso demostrarme que era muy valiente
y dió dos pasos como para hacerme frente
más al ver en mis ojos su pena de muerte
salió corriendo huyendo por la tangente
Ahora es una mujer feliz que vive sola
con un hijo que tuvo de aquel mal nacido
yo espero el momento que llegue la hora
que se acoja al amor que yo le he ofrecido