En lo más profundo del alma
guardo celosamente mi diario,
no existe cuaderno ni pluma,
ni llave para cerrarlo.
Los recuerdos de mi niñez,
las añoranzas del pasado,
las penas y alegrías
que la vida me a ido dando.
¡La casa donde nací!,
¡aquel mi querido barrio!,
los trigales dorados donde crecí
y la figura de mi hermano.
Fuiste mi compañero de juegos,
mi más ferviente aliado,
de tu mano juntos recorrimos
la mágica ilusión de aquellos años.
Recuerdo con añoranza
las travesuras que ideábamos,
cuando nos mandaban a por la leche
y por el camino nos la bebíamos.
Y aquel gatito precioso
que en el bolsillo me trajiste maullando,
el Scoty nuestro fiel perro
que tanto miedo le tenía al baño.
Cuando me quise dar cuenta
habían pasado los años,
te fuiste una mañana y
nuestros sueños se esfumaron.
Sueños que se transformaron
en alas de la fantasía,
en aquellas cartas y dibujos
que tu guardas todavía.
Estudiaste con tesón
y los frutos en darse no tardaron,
hoy eres un militar de carrera,
como persona extraordinario.
Orgullo de tu mujer e hijo,
magistral en tu que hacer diario,
un corazón más grande que la patria
que con sumo honor has honrado.
¡Hoy lo que yo daría hermano
por volver a aquellos años!
y de tu mano tibia recorrer
las veredas y los campos.
Fina